Mi primera reacción a un «indy 8bit pixel shooter» es el escepticismo. La razón no es otra que un mercado inundado de propuestas en el mejor de los casos mediocres, de postureo hacia lo retro y, en definitiva, de productos que no jugaría ni cobrando. ¿Por qué debería molestarme con este juego?
Hay algo en Kero Blaster (2014) que disipa todas mis dudas desde el primer momento: está firmado como el segundo juego completo de Daisuke «Pixel» Amaya, la mente detrás del legendario Cave Story (2004).
Las premisas de Kero Blaster son evidentes: un run’n’gun que imita a los clásicos del siglo XX en aspectos jugables y multimedia. De hecho incluso más parecidos que Cave Story, ya que en esta ocasión no hay apenas elementos de exploración o de diálogos, siendo casi todos los niveles lineales. Esto no tiene por que ser un punto negativo, a veces simplemente es una opción de diseño y en esta ocasión el buen diseño de niveles justifica esta elección.
Este es un juego inicialmente ideado para iOS, aunque no tardó en aparecer en plataformas más accesibles como Steam. Pese a esto, la jugabilidad y los controles no se resienten lo más mínimo (sólo he jugado en PC con un mando) y permite que se disfrute sin problemas. Es más, introduce un concepto que me ha encantado: mientras mantengamos pulsado el botón de disparo el personaje mirará en esa dirección, facilitando mucho las luchas contra enemigos grandes.
Volviendo a la jugabilidad sin duda no defrauda. Respecto a juegos como Cave Story puede que se añada una pizca de dificultad al dotar al personaje de algo más de inercia, sin llegar a ser como en el Super Mario Bros. (Nintendo, 1985). Ofrece una experiencia clásica, que sin embargo permite elementos modernos como poder salvar la partida o contar con muchos enemigos distintos en pantalla. Creo que limitar la memoria de vídeo a 64K, por decir, tampoco habría hecho de la experiencia ser más fidedigna. 😃
De los gráficos hay poco que decir, pero casi todo bueno. Es verdad que son muy sencillos, con pocos colores y baja resolución. Pero este es parte del encanto: Daisuke Amaya es precisamente conocido por expresar muchísimo con sólo un puñado disperso de pixels. Hay que decir que el personaje principal es un poco palo, pero el resto están perfectamente creados, y por simple que sea el manojo de pixels con el que están construidos parecen tener su propia expresión y todo.
El sonido está a la par de los demás aspectos y ayuda a que el aspecto general del juego sea genuinamente retro. Hay que decir que sale perdiendo si lo comparamos con Cave Story, pero aún así el estilo de Pixel se mantiene, y por tanto son melodías muy auténticas y que mantienen el carisma del juego. Al no haber componente de exploración en este juego es menos ambiental, pero también es posible componer una música con menos restricciones.
El juego mantiene una gran calidad durante toda la partida, con un buen diseño de enemigos, niveles y personajes. El argumento es algo sencillito, simplemente es un trabajador de una empresa de teletransportes haciendo unos trabajillos, alguno de los cuales se complica. Aunque no sean diálogos apasionantemente profundos están traducidos al español para nuestra comodidad. El peor punto del juego es su duración, que es alrededor de hora y media para un jugador no demasiado bueno (yo), pero nos garantiza que durante todo ese tiempo estaremos enganchados. Además tiene algo que me encanta, que es una tienda donde herirnos los coletos y mejorar nuestras armas y vitalidad.
Bueno, en realidad no tenemos que conformarnos con la hora y media de juego que ofrece, ya que al terminarlo se nos ofrece la posibilidad de hacer «horas extras». Es decir, niveles adicionales que son refritos de los anteriores con más dificultad, que no son tan sorprendentes como los del juego principal pero que están bien si nos hemos quedado con ganas de más. Además se han realizado dos spin-off: Pink Hour (2014) y Pink Heaven (2014), muy cortitos pero gratis.
Tanto si te gustó Cave Story como si simplemente eres aficionado a los run’n’gun esta es una gran opción para echar una tarde, ya que es un juego que suele encontrarse a un precio competitivo. Yo desde luego estoy esperando a la próxima producción de Pixel Studios.