Electronic Arts es una destacadísima productora de videojuegos, también conocida por ser un proveedor asiduo de la Venta del Nabo. Uno de sus últimos productos estrella es Battlefront, un juego de acción y disparos por equipos en el mundo de Star Wars, coincidiendo más o menos con el estreno del séptimo episodio.
El juego tiene los puntos fuertes habituales de los AAA: tiene unos gráficos del copón, una banda sonora de categoría, un buen doblaje y una ingeniería de sonido excelente. Además, cuenta con un escenario de campaña archiconocido y con una base de fans numerosísima y muy asentada. Todo esto hacen de casi cualquier juego un éxito de ventas instantáneo, y por supuesto es el caso que nos ocupa. Sin embargo, está siendo un juego fuertemente criticado por la audiencia. A continuación, mis dos céntimos al respecto.
Se trata, en general, de un buen juego y un desarrollo sólido, pero con poco contenido para su precio: hasta 70 euros de vellón. Pero eso no es todo: su edición ultimate (que sería en realidad el juego completo, con sus DLCs) cuesta nada menos que 130 machacantes. Expansiones que por supuesto ni se han anunciado aún. Un juego que trae apenas cuatro mapas y que sale muy mal parado comparado con su antecesor.
La cuestión es justamente esa. Este juego es una tercera entrega de una saga que hasta ahora venía realizando Pandemic, una empresa que, pese a sus buenos juegos, EA mandó al citado establecimiento de Paco Nabo. Las comparaciones son odiosas, porque de un completísimo juego de acción y tiros en primera persona pasamos a un producto que, pese a lo elaborado de su factura, tiene tantas taras que es difícil encontrarlo atractivo por su alto precio.
Para empezar, Battlefront II tenía una excelente campaña para un jugador que contaba la historia de la 501. Este batallón de soldados clon empezó siendo la fuerza de choque en la República Galáctica, y tras el acaecimiento del Imperio siguieron, como storm troopers, la punta de lanza del ejército. Un modo de juego sólido, con un buen doblaje y voces, que seguía muy bien el hilo argumental de las películas, con altas dosis de acción y dejaba al jugador pegado a la pantalla muchas horas. En Battlefront (2015) tenemos, en su lugar, cuatro o cinco tutoriales cochambrosos en los que pasaremos más tiempo oyendo narraciones y leyendo advertencias que disparando. De vergüenza.
Una vez pasada la vorágine de probar el juego, nos damos cuenta de que Battlefront cuenta con sólo cuatro mapas, cinco si tenemos la edición de reserva. Unos mapas que están bien, pero que encima están atados a modos de juego, por lo que se limita aún mas la variedad del mismo. Esto vuelve a contrastar con Battlefront II, cuya acción se desarrollaba en una docena de planetas, más el espacio de muchos de ellos. Además, tenía más modos de juego y los mapas eran más variados, ya que en Battlefront tres de cuatro son zonas abiertas. De nuevo, un gran paso atrás.
Otra carencia importane de Battlefront es la acusada carencia de variedad en los personajes. Sólo disponemos de un tipo de soldado por bando, más tres héroes por ídem. Cierto es que se puede cambiar el arma y se llevan hasta tres accesorios, pero en Battlefront II teníamos más de 20 héroes distintos y cada bando contaba con 6 o 7 clases de personaje. Además, había más de estos bandos, ya que podíamos estar en el tiempo de la república (República vs. separatistas) o en el Imperio (Imperio vs. rebeldes). A favor de Battlefront, es posible elegir entre unos 20 modelos distintos, pero son solamente estéticos y con pocos cambios.
Pasando a vehículos, ambos juegos andarían parejos si no fuera porque Battlefront II cuenta vehículos para cada facción y mapa, y aunque la tasa de vehículos por mapa es similar hay que recordar que Battlefront tiene muy pocos mapas. El resto es matemática. En Battlefront II había un sistema parecido a los Battlefield para la adquisición de vehículos: mariquita el último. Este sistema puede ser injusto ya que bonifica a los jugadores no muy buenos, pero en Battlefront es aún peor: los vehículos pueden requisarse recogiendo monedas por el mapeado. Al menos seguimos teniendo el gigantesco caminante AT-AT, pero resulta que ahora sólo se pueden manejar sus armas, no su movimientos. De coña.
Esta gran idea de DICE nos lleva a tener docenas de tíos corriendo a por las citadas monedas bajo una lluvia de blásters enemigos. Cualquiera que trate de jugar de forma sensata se quedará sin pilotar nada. Lo mismo para poder jugar como los héroes, que en lugar de ofrecerse la posibilidad a los jugadores que más méritos hayan hecho se hace de la misma forma. Si por suerte (o porque estés haciendo el tonto por ahí) encuentras una de esas monedas por ahí y no hay nadie cerca tuya, lo mismo puedes controlar a Darth Vader. Si te dedicas a tratar de perseguir objetivos o a avanzar, olvídalo.
También puedes olvidarte de tratar de coordinarte con amigos, no hay escuadras en Battlefront al contrario que en Battlefield, tan sólo parejas de compañeros. Afortunadamente, podemos compartir el equipo que se haya seleccionado para la partida, aunque no nos servirá de mucho ya que no hay mucho donde elegir. Las comunicaciones se limitan a gestos predeterminados, más cómicos que otra cosa, que pueden irse desbloqueando por puntos. Al menos, en las versiones de consolas, se sigue pudiendo jugar dos jugadores a pantalla partida. Claro que tampoco compite con Battlefront II, que de 64 jugadores simultáneos más bots nos vemos reducidos a un máximo de 40 en total. De un verdadero campo de batalla pasamos a pequeñas escaramuzas, más que un Battlefront debería ser un Skirmish.
Además de perder la campaña de un jugador, en el nuevo Battlefront tampoco dispondremos de las batallas en local para un jugador, y tampoco del modo de conquista. No es que sean una gran pérdida en un juego enfocado al multijugador, pero eran un entretenido modo para practicar y descansar de la competitividad del juego en línea. Pero peor aún es la pérdida de los escenarios espaciales, en los que se enfrentaban un destructor imperial y una corveta rebelde, por ejemplo. Estos completísimos mapas lo tenían todo: combates de naves espaciales, cuerpo a cuerpo, tácticas de logística de tropas, escaramuzas por controlar puntos, etc. En Battlefront el control de naves espaciales se limita a dar soporte a las tropas, muy al estilo de Battlefield. Por supuesto, no existe despegue ni aterrizaje, y se otorgan estos vehículos sólo con las monedas citadas anteriormente. Un desbarajuste completo.
¿Hay algo que esté bien hecho en este puñetero juego? Bueno, como se comenta al principio, los gráficos son verdaderamente geniales, y los menús muy bonitos. La acción es inmediata, ya que ni siquiera existe la posibilidad de configurar las partidas. Mi conclusión es que se trata de otro producto enfocado a la mayor fuente de ingresos del panorama lúdico actual: los famosos niños rata. Un producto simplificado al máximo, de factura espectacular pero sin la menor profundidad. El resultado es que se ha vendido como churros, aunque también hay que decir que no tanto como se esperaba, quizá debido a las atroces críticas como esta.
En definitiva, un juego que podría valer la pena si costara la mitad, y que en todo caso sale perdiendo con sus predecesores. Una pena, porque había muchas ilusiones hechas.
«Un juego que trae apenas cuatro mapas y que sale muy mal parado comparado con su antecesor.
La cuestión es justamente esa. Este juego es una tercera entrega de una saga que hasta ahora venía realizando Pandemic»
Hasta aquí he dejado de leer; ¿es tan difícil entender que no existe battlefront 3? ¿es tan difícil discernir el hecho de que Battlefront (DICE) no es una secuela de Battlefront 2?
Y no, no digo que el juego sea el mejor, pero definitivamente, si han terminando decepcionados de el es por ponerle el listón muy alto a algo que nunca pretendió ser un «battlefront 3», si no un giro completamente diferente.
Si hemos terminado decepcionados es porque un juego actual con un gran presupuesto es inferior en todo a uno de hace ya bastantes años.
No es que subamos el listón, es que uno no se espera un producto inferior después de tantos años.
Tontería de excusa, es un sacacuartos, ese es el giro diferente. Puedes hacer el giro diferente manejar a Ewoks montados en unicornios provenientes de Dantooine, pero con 4 mapas, un precio abusivo, DLC penosos, y poca profundidad en el gameplay va a seguir siendo una mierda de juego.
El hecho de que se llame Battlefront por mucho que digan los de marketing o medios de EA, es una clara referencia a que pretendían reeditar el Battlefront y adaptarlo a la nueva generación, no le pusieron el número como maniobra para vender más títulos (este año asi y para el año con otras facciones a mayores), que no somos tontos joder.
Es que no solo es lo del DLC y el precio completo del juego. Es que aunque te lo vendiesen completo a 20 pavos seguiría siendo una mierda de juego. El gunplay no tiene profundidad ninguna, las armas no se diferencian para nada, no hay retroceso, los modos de juego hay algunos como el del At-At que están mal, están desbalanceados, el metagame es un desastre porque uno, no premia al juego en equipo, dos no premia al juego individual, tres premia al tonto que se encuentre una monedita para estrellarse con un caza, ni siquiera tienen puntos fijos donde salen las moneditas ni tiempo de spawn, salen aleatoriamente. Este juego está roto, desbalanceado, y no tiene mucha lógica, y un juego sin una lógica interna no es nada. Joder hasta CoD es más profundo que esto.
Y lo peor de todo es que vendio suficiente, y los de marketing te lo volverán a vender como un éxito y dentro de unos años harán un juego no tan nefasto y ya estarán todas las publicaciones lamiendoles el culo. Qué clase de jugadores sin exigencias estamos creando ahora? Es que ya ni un gameplay bueno pedimos.