Escribir una reseña de un juego que a uno le gusta es fácil. Todo es diversión, explica por qué el juego es bueno, pone unas fotitos que han quedado molonas. Coser y cantar. Hay tantos juegos buenos que esto dista de ser difícil. ¿Qué pasaría si uno se propusiere jugar a un cartucho malo con avaricia de la Super Famicom?
No sólo malo con avaricia, encima no tengo ni puta idea de cómo se juega. Es uno de esos juegos de mahjong, una especie de dominó japones con cientos de dibujitos distintos. Además, por algún motivo, en la mesa de juego hay dos dados de seis caras. En fin, se apuesta dinero, no puede ser tan malo, ¿no? Continuar leyendo «Super Mahjong Taikai: chorrianálisis»