El juego del momento es, sin duda, SUPERHOT. La premisa es relativamente sencilla: un juego de disparos en primera persona donde el tiempo sólo pasa cuando nos movemos. Tan sencilla que a nadie se le había ocurrido antes, y de su sencillez, sus virtudes.
La impresión inicial suele ser la que cuenta, y en SUPERHOT es sencillamente espectacular. Tras una interfaz y unos gráficos espartanos, comienza con una acción inmediata donde vuelan las balas, bailamos a su son y llueven mamporros y objetos mientras nuestros enemigos caen destrozados. Si no nos movemos el juego se para, si disparamos o nos movemos el tiempo continúa. Lo que podría parecer fácil rápidamente se convierte en un frenesí violento de disparos, puñetazos y sangre virtual. Continuar leyendo «SUPERHOT: Impresiones»