El año 1994 fue la despedida de la plataforma Amiga. La empresa que lo fabricaba, Commodore, lanzó el 4000T y quebró ese año. Pese a esto, aún estaban por salir algunos de los juegos más emblemáticos de la plataforma, como Banshee o Worms. O el ejemplo que ocupa el artículo, Ruff ‘n’ Tumble.
Este juego de Renegade, en dos disquettes, conserva todas las virtudes (y algunos defectos) de los arcade plataformeros más clásicos del Amiga. Un desarrollo clásico, saltos y disparos, muchos ítems y powerups y una alta dificultad, a menudo injusta.
Por supuesto, el aspecto que salta a primera vista en este juego son sus gráficos, que podrían rivalizar con juegos de recreativas o Super Nintendo sin demasiado problema. Aunque parece un juego de AGA, el juego funciona perfectamente en un Amiga 500 de 1987 (siempre que cuente con 1MB de RAM). Lo que parecen ser cientos de colores en pantalla en realidad son 64 en modo half-bright, exprimidos de una forma extraordinaria, claro está.
El argumento es, como en otros tantos juegos de la época, prescindibles. Este chavea estaba jugando a las canicas y se le cuelan en un agujero, a través del cual llega a un mundo oprimido por un tirano malvado y su ejército de robots de hojalata. No explica de dónde saca el metralleto que porta, pero tampoco importa eso demasiado, la acción inmediata de este juego tampoco nos dejará tiempo de preguntárnoslo.
Si los gráficos atraen desde el primer segundo de juego, lo segundo que llama la atención es su defecto más evidente, el scroll y la pobre tasa de FPS. Debido a esto, el control se resiente, y a veces cuesta tomar el control del personaje, además la dificultad no ayuda. Lo que podría haber sido un juegazo mucho más conocido quedó empañado por estos defectos, que aunque no son eliminatorios deterioran su calidad notablemente.
Aparte de sus defectos, el juego sigue siendo extraordinario y cuesta creer que funcione sobre un hardware de 1987. Gran diversidad de enemigos distintos, muchas animaciones para ellos y para el personaje, escenarios enormes y un desarrollo muy divertido. Más allá de simplemente ir de A a B, tenemos como objetivo el recolectar cierto número de canicas perdidas, tras lo cual podremos dirigirnos a la salida. Lejos de ser un mundo plano, los niveles son muy grandes y cuentan con plataformas flotantes, cuevas… amén de los pinchos de siempre. Al final de cada mundo espera un jefe, siempre difíciles de derrotar.
El juego cuenta con cuatro mundos, de varias fases cada uno. Cada uno de los mundos tiene su propio conjunto gráfico, sus enemigos y sus power-ups. Todos tienen un excelente uso del color y un buen diseño, aunque el progresivo aumento de dificultad haga que no vayamos a disfrutarlo exactamente.
La música y el sonido no tienen tanto protagonismo como en otros juegos de la plataforma, y la música no es tan memorable como en Turrican II (1991), por ejemplo. No obstante, el uso de los canales de audio hacen que en ningún momento se note que falten notas o que las melodías y efectos se queden cojos. Técnicamente se trata de una banda sonora muy conseguida, que en casi cualquier otra plataforma de la época sería un desafío. El sonido techno y rock es el prevalente en toda la ambientación, y aunque sus melodías no destaquen, se combinan perfectamente con los efectos de sonido. Hay pocos juegos que lo hagan tan bien.
El control, como anteriormente comento, se resiente por la baja tasa de marcos de animación que tiene el juego. Además, yo al menos encuentro particularmente molesto el hecho de que el salto esté en la dirección arriba en lugar de un botón, porque dificulta los saltos más difíciles. Es también un poco difícil apuntar a algún sitio que no sea hacia delante, y conmutar entre el disparo estacionario y en movimiento no es evidente. Es una lástima todo este embrollo, porque tan sólo con un control perfecto se puede crear una leyenda como Contra (1987) o Metal Slug (1996).
Un pequeño alivio que nos ofrece el juego son los passwords, mediante los cuales podremos acceder directamente a un nivel si hemos completado los anteriores. Si se te tuercen las cosas, prueba estos: 6581 para el segundo nivel, 3178 para el tercero y 8392 para el cuarto. Para ver el final, usa el 7339. Si por el contrario necesitas una ayuda extra, prueba con 6717 para tener vidas infinitas.
Por último, existe un grupo de aficionados que ha creado un remake en Flash, llamado Ruff ‘n’ Tumble Mashup. Mejora en algunos aspectos al original y los niveles son nuevos, por lo que más que un remake, como su nombre indica, se trata de un mezcla personalizada. También incluye jefes nuevos, como el primer midboss de Turrican II.